Diez consejos a los que los padres deben prestar atención

«Inculcar un uso correcto de las pantallas a los niños, así como estar pendiente de las posibles señales de alarma para detectar un problema visual, son los principales consejos a seguir, para que los más pequeños gocen de una buena salud visual”.

Los padres deben observar el comportamiento de los niños para detectar señales de alerta de un posible problema visual como, por ejemplo: que giren los ojos, se acerquen mucho a los libros o al televisor, hagan muecas o guiños constantemente, tengan los ojos rojos al final del día, dificultades de aprendizaje en el colegio, padezcan orzuelos de repetición…

En cuanto al uso de las pantallas, es preciso limitar el tiempo de exposición y hacer descansos periódicos. Los niños menores de dos años no deben usar pantallas y, entre los dos y los cinco años, deben limitar su uso a una hora al día y entre los cinco y los doce años a dos horas diarias.

También es importante usar las pantallas a la distancia adecuada (lectura, escritura y móvil/tablet 35 cm, portátiles 40-45, ordenador sobremesa 45-55 y televisión 2/3 metros) y no usar nunca las pantallas como única fuente de luz, deben tener otra luz ambiente.

Otro consejo es realizar actividades al aire libre con los niños, ya que no solo ayuda a disminuir el uso de dispositivos electrónicos, sino que ayuda a ejercitar la visión lejana. Además, existen varios estudios que relacionan una menor exposición a la luz solar (menos de dos horas al día) con la posible aparición de la miopía.

También recomiendan llevar al niño al oftalmólogo o a un optico-optometrista desde pequeño. Aunque en principio el niño no presente alteraciones en la visión, es recomendable realizar la primera visita al oftalmólogo durante el primer año de vida.

Por otro lado, llevar una dieta sana y equilibrada, rica en nutrientes con alto contenido en vitaminas A y C y minerales como el magnesio, ayuda al buen funcionamiento de las células del sentido de la vista.

Una buena iluminación también es importante. A la hora de leer en formato digital o papel o trabajar frente al ordenador, la luz que se emplea debe ser preferiblemente natural y directa, evitando los reflejos.

Proteger los ojos de la luz solar es igualmente importante. «No hay que olvidar que, ante una exposición prolongada, es recomendable el uso de gafas de sol homologadas que protejan sus ojos”.

Es necesario prestar especial atención a la salud visual de los niños si se tienen antecedentes de patologías visuales, ya que algunas pueden tener un origen genético.

Otro consejo, es el uso de gafas de bucear en las piscinas, ya que la entrada de cloro en los ojos mientras se bañan, en la piscina o practican natación puede causar picor o escozor. El cloro es una sustancia irritante que puede provocar una reacción alérgica en la conjuntiva, conocida como conjuntivitis alérgica. También es recomendable lavar el ojo con lágrima artificial o suero fisiológico después de volver de la playa o la piscina.

Finalmente, en caso de necesitarlas, es preciso llevar las gafas graduadas de forma correcta. No llevar una graduación correcta puede afectar a la visión y, en caso de que los niños lleven corrección visual, se deben realizar revisiones periódicas con su oftalmólogo o óptico-optometrista para confirmar la evolución de la graduación y adaptar las gafas a sus necesidades actuales.